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jueves, 2 de octubre de 2014

Tarna presenta nuevo disco

Tarna son paisanos. De la tierra. Del pueblo. De la taberna. Tarna representa a León, pero no al León institucional. No al León promocionado. No al León cliché ni al León que vende. No. Tarna representa al León más terrenal e intrínseco. Terrenal porque sus melodías parecen brotar orgánicas de las veras de los caminos; porque lo que cantan se escucha hoy desde las huertas de ayer; porque lo que dicen viene de los pastores de siempre. Intrínseco, porque su música sale de dentro y llega más dentro. Quien les ha escuchado lo sabe bien. Tarna hace magia con la sencillez que tiene hacer las cosas bien.

Dicen que el amor y la naranja se parecen infinito porque por dulces que sean de agrio tienen un poquito. Y lo dicen porque lo saben, y lo saben porque han dedicado su trabajo y su ilusión a escuchar a las gentes de los pueblos. Sin buscar artificios más allá de los que impregnan de belleza a lo sencillo y hasta a lo simple.

Cuando Tarna suena, suena la raíz que se esconde bajo la tierra, y el viento que Rodrigo pinta desde la flauta tiñe el vacío del silencio de una espontaneidad forjada a lo largo de los años. Mientras tanto, Diego, muchas veces bajo una boina bohemia que esconde un universo de ideas casi siempre buenas, porque es ante todo un buen tío, recita con la guitarra. Sutil. Magnífico. A veces los dos tocan las guitarras y casi siempre los dos cantan pareciendo uno. Coordinados. Ensayados... pero no mecánicos.

Tarna presenta nuevo disco. En León. En su León. En el de los bares del húmedo. En el de las noches y la catedral. En el León de los pueblos en la ciudad. Tarna presenta a un vaquero. Tal vez porque les gusta hacer el indio, o quizás porque quieren acordarse de aquellos vaqueiros entonando gritos ancestrales y místicos desde las montañas. Tarna presenta EL HOMBRE QUE TENÍA UNA VACA. Y lo presenta dos veces, para que nadie se lo pierda. Tarna sabe que si ese hombre solo tenía una vaca, esa vaca valía mucho y por eso no vale con mostrarla una vez. Así son. Sencillos. Originales. Divertidos y buenos. Buenos en todos los sentidos de la palabra.


Bravo a Tarna, porque saben siempre detrás de donde andan y una muestra de ello es haber elegido a Pablo Pino, que además de ilustrador es músico y comprende mejor que nadie como se le da color e imagen a la abstracción de las guitarras y los cantos.

Yo no podré ir a veros porque estaré cantando y recitando en El Bierzo con Abel Aparicio, otro grande de la tierra, del arraigo y del pueblo. Pero esa es otra historia que será contada en otro momento.

 Un aplauso, compañeros. ¡Un abrazo paisanos!




miércoles, 26 de febrero de 2014

A Paco de Lucía

 "Cuando en clave de puesta de sol
alcancemos la cadencia de este día,
y en un triste traste de invierno menguante
la noche temple su estrellada melodía,
llorará una guitarra desde el cielo
arpegiando pena, cantando alegría...
lágrimas tiritando en una nueva constelación,
punteada con las cuerdas eternas de Paco de Lucía"

A Paco de Lucía
Miércoles 26 de febrero de 2014

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